La empatía es un fenómeno mental, automático [Mehrabian y Epstein 1972],  fundado en la observación y la imaginación [Preston y De Waal 2002], mediante el cual el sujeto se forma una idea del estado anímico de otra persona en una situación y bajo ciertas claves significativas de respuesta ante ella, ante las cuales reacciona cognitiva y/o afectivamente. Su origen [Wispe 1987]] se ubica en 1909, cuando el psicólogo experimental Edward Titchener [1867-1927] tradujo el término alemán Einfühlung –literalmente, «sentimiento en»- por la voz inglesa empathy, desde el griego ἐμπαθεία. Pese a no ser expresada abiertamente, su vínculo con el teatro occidental es ciertamente antiguo. Articula, por ejemplo, el concepto de «compasión» introducido por Aristóteles en su definición de la tragedi